Nuevas fronteras
En realidad nunca pensé acabar aquí. He dicho en más de una ocasión que detesto viajar durante mucho tiempo. Y de hecho por esó puse rumbo aquí desde el centro galáctico.
Último signo de civilización en mi camino al centro de la galaxia.
Una ve visitados los lugares a los que tenía intención ver y tomar datos, no quedaba más resolución que cruzar al otro lado de la galáxia o volver hacia atrás. Aunque el centro tiene algo cautivador, no deja de ser más que un gran conglomerado de estrellas masivas por unidad de espacio. Había hablado con los científicos del la última estación que estuve (orbitando un agujero negro) y me comentaron que la vida en Colonia había cambiado mucho. Se habían expandido muchas estaciones y el día a día ya no era tan precario. De todas formas mi intención de dirigirme allí fue motivada por ahorrar tiempo de vuelo. Aunque suene extraño decirlo.
Desde el centro hasta Colonia hay un gran campo de estrellas de neutrones. Ya había realizado viajes sobre estas, desafiando los límites físicos impuestos por nuestra ciencia actual. Asi que hacer 10.000 años luz sería cuestión de un breve viaje hasta las colonias. Desde allí subiría de pasajero (en hipersueño o como fuera) hasta la burbuja. El lapso sería más breve para mi, en cualquier caso. Cualquier cosa menos otras semanas de viaje espacial solitario. La nave ya la traerían en alguna supernave de carga, si me decidía a conservarla.
Ciertamente cuando llegué el panorama había cambiado. Muchas estaciones. Muchas facciones. Una diversidad de pequeños grupos de colonos tratando de convivir. No era el inhóspito espacio que yo conocía. Algo comenzó a roerme por dentro.
Vendí los datos en la estación de un grupo de colonos que tenían cierta relación con los Corsarios de Heimdal y di una vuelta por las estaciones cercanas. Estuve haciendo algún trabajo de transporte para hablar con los contactos locales. Hay muchas ofertas en una "tierra" de oportunidades como esta.
Revisando los servicios de la zona me percaté que habían varios astilleros además de la nave de Jaques. Uno de ellos escabado en la roca de un inmenso asteroide. El nombre, TolaGarf's Junkyard, no inspiraba confianza. Pero me pareció un buen lugar para quedarse. Porque eso es lo que estuve mascullando desde que llegué. No volver ¿Qué me ata a la burbuja de la humanidad? Perdí hace tiempo la esperanza de recuperar a mi familia. Perdí la fe en los falsos profetas de la burbuja. Aquí puede haber un nuevo comienzo, pensé.
Un nuevo hogar, tal vez.
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En realidad nunca pensé acabar aquí. He dicho en más de una ocasión que detesto viajar durante mucho tiempo. Y de hecho por esó puse rumbo aquí desde el centro galáctico.
Último signo de civilización en mi camino al centro de la galaxia.
Una ve visitados los lugares a los que tenía intención ver y tomar datos, no quedaba más resolución que cruzar al otro lado de la galáxia o volver hacia atrás. Aunque el centro tiene algo cautivador, no deja de ser más que un gran conglomerado de estrellas masivas por unidad de espacio. Había hablado con los científicos del la última estación que estuve (orbitando un agujero negro) y me comentaron que la vida en Colonia había cambiado mucho. Se habían expandido muchas estaciones y el día a día ya no era tan precario. De todas formas mi intención de dirigirme allí fue motivada por ahorrar tiempo de vuelo. Aunque suene extraño decirlo.
Desde el centro hasta Colonia hay un gran campo de estrellas de neutrones. Ya había realizado viajes sobre estas, desafiando los límites físicos impuestos por nuestra ciencia actual. Asi que hacer 10.000 años luz sería cuestión de un breve viaje hasta las colonias. Desde allí subiría de pasajero (en hipersueño o como fuera) hasta la burbuja. El lapso sería más breve para mi, en cualquier caso. Cualquier cosa menos otras semanas de viaje espacial solitario. La nave ya la traerían en alguna supernave de carga, si me decidía a conservarla.
Ciertamente cuando llegué el panorama había cambiado. Muchas estaciones. Muchas facciones. Una diversidad de pequeños grupos de colonos tratando de convivir. No era el inhóspito espacio que yo conocía. Algo comenzó a roerme por dentro.
Vendí los datos en la estación de un grupo de colonos que tenían cierta relación con los Corsarios de Heimdal y di una vuelta por las estaciones cercanas. Estuve haciendo algún trabajo de transporte para hablar con los contactos locales. Hay muchas ofertas en una "tierra" de oportunidades como esta.
Revisando los servicios de la zona me percaté que habían varios astilleros además de la nave de Jaques. Uno de ellos escabado en la roca de un inmenso asteroide. El nombre, TolaGarf's Junkyard, no inspiraba confianza. Pero me pareció un buen lugar para quedarse. Porque eso es lo que estuve mascullando desde que llegué. No volver ¿Qué me ata a la burbuja de la humanidad? Perdí hace tiempo la esperanza de recuperar a mi familia. Perdí la fe en los falsos profetas de la burbuja. Aquí puede haber un nuevo comienzo, pensé.
Un nuevo hogar, tal vez.
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