Estación X del planeta Y en el sistema Z.
Una cantina de la zona de ocio y esparcimiento
En una mesa de la sección apartada se encuentran dos hombres charlando tranquilamente. La conversación discurre, como todas las conversaciones de bar en las que hombres y alcohol van de la mano, por todos los temas posibles y típicos: política, mujeres, naves, mujeres, ordenadores, mujeres, retos, mujeres… y más mujeres.
Pero en el momento en que la voluptuosa camarera que les limpia la mesa y sirve otra ronda se da la vuelta, no pueden evitar seguir esas curvas con la mirada. Cuando vuelven a mirarse, ya no queda nada que decir sobre las mujeres (sobre todo las mujeres como esa, inalcanzables para gente como ellos), así que toca cambiar de tema.
Mientras los dos hombres discuten y se rien a partes iguales, en la holonet empieza a sonar la musiquilla del famoso programa de exploración espacial “Bienvenidos a lo Desconocido”. Ambos dirigen la mirada hacia el proyector mientras se comen con la mirada a la presentadora del programa. Allí se encuentra el comandante Archy Maximus, contando con pelos y señales sus hazañas por lo desconocido. A medida que habla el rostro del segundo hombre no hace más que cambiar a una expresión cada vez más enfadada.
El hombre de los vaqueros y la camiseta se levanta enfadado, deja unos créditos encima de la mesa y sale del bar en dirección al hangar. Allí sube a una Anaconda y nada más cerrar la puerta le dice al aire:
Una cantina de la zona de ocio y esparcimiento
En una mesa de la sección apartada se encuentran dos hombres charlando tranquilamente. La conversación discurre, como todas las conversaciones de bar en las que hombres y alcohol van de la mano, por todos los temas posibles y típicos: política, mujeres, naves, mujeres, ordenadores, mujeres, retos, mujeres… y más mujeres.
Pero en el momento en que la voluptuosa camarera que les limpia la mesa y sirve otra ronda se da la vuelta, no pueden evitar seguir esas curvas con la mirada. Cuando vuelven a mirarse, ya no queda nada que decir sobre las mujeres (sobre todo las mujeres como esa, inalcanzables para gente como ellos), así que toca cambiar de tema.
- Y dime — dice el hombre del uniforme militar — ¿Cuáles son tus planes actuales?
- La verdad — dice el sengundo hombre, vestido con unos vaqueros desteñidos y una camiseta de death metal de talla amplia que ni así puede ocultar la generosa barriga— es que no sé bien que hacer… he probado de todo, desde seguir la ley a saltármela. De ir de buen samaritano a hacer de pirata espacial. He explorado y he descubierto mundos. He hecho contrabando. He ayudado al imperio y a la federación, incluso a veces al mismo tiempo… poco queda ya por hacer.
- Y de todas esas cosas, ¿cuál es la que más te ha gustado?
- Ya me conoces, de vez en cuando me gusta largarme de aquí, meterme en la nave con la única compañía de Eva y salir a lo desconocido.
- Algún día tienes que presentarme a esa chica de la que tanto hablas pero que luego nadie conoce… seguro que es una invención tuya —dice el primero con un deje de ironía
- Eso ni lo sueñes… Eva es lo mejor que me ha pasado jamás, y desde luego no se la pienso presentar a un impresentable pervertido como tu
- ¡Mira quién habla!
- ¡Oye! Que yo soy un caballero
- Sí… eso me han dicho… que menuda fama te has ganado con esas tonterías tuyas de salir vestido de payaso a la caza de piratas. Aunque he de reconocer que si lo que querías era labrarte un nombre, te lo has montado bien… ahora tu fama te precede… ya no hay mundo habitado en el que no se haya oído hablar del pirado del casco de papel de alumino.
- Dirás lo que quieras, pero ahora la gente sabe a qué atenerse cuando se encuentran con mi escudo de armas
- Sí… desde luego… con un gilipollas con más potencia de fuego que neuronas…
- Tú mismo… envidia es lo que tienes
- Sí, claro… si tú lo dices…
Mientras los dos hombres discuten y se rien a partes iguales, en la holonet empieza a sonar la musiquilla del famoso programa de exploración espacial “Bienvenidos a lo Desconocido”. Ambos dirigen la mirada hacia el proyector mientras se comen con la mirada a la presentadora del programa. Allí se encuentra el comandante Archy Maximus, contando con pelos y señales sus hazañas por lo desconocido. A medida que habla el rostro del segundo hombre no hace más que cambiar a una expresión cada vez más enfadada.
- ¿Pero quién se ha creído ese advenido que es? Menudo farsante…
- ¿Y ahora qué te pasa? — pregunta el primer hombre
- Que está vendiéndose como si fuera la gran cosa, cuando lo máximo que ha hecho alguna vez es ir a Sagittarius A y volver en dos días. Vale que ha tenido que exprimir al máximo su nave… pero eso es algo que cualquiera puede hacer con una buena nave. No es la gran cosa.
- ¿Y? Sigue siendo una buena proeza de exploración…
- Eso de exploración no tiene nada… explorar es largarte sin objetivo fijo, ir a lo desconocido, pasarte meses y más meses en la nada, descubriendo sistemas, explorando planetas, pasándote horas y más horas en un sistema mientras paras en todos los cuerpos celestes para pasarles el escáner de superficie, y luego volver a casa como si no hubiera pasado nada. ¡Eso es explorar! Pasarte un par de días con el culo pegado a la silla lo puede hacer cualquiera… un reto de verdad sería partir hacia el otro extremo de la galaxia y volver… un reto de verdad sería dar la vuelta a la galaxia en menos de dos años… un reto de verdad sería explorar una nebulosa desconocida por completo sin dejarse nada… un reto de verdad sería ser “explorador” y no sólo un vendedor de humo…
- Pues venga… hazlo tú…
- ¿El qué?
- Dar la vuelta a la galaxia en menos de dos años…
- … no me tientes… que me largo…
- Ves… mucha boca pero luego nada… lo que pasa es que no hay huevos…
- ¿Qué no qué? ¡Me cago en la leche! Que yo lo hago en año y medio a lo sumo y me sobra tiempo…
- Venga… estamos a 13 de julio… tienes hasta final de este mes para preparar el viaje, y el 1 de agosto empieza a contar. Y para el 31 de diciembre del año que viene te tendré preparada una buena mariscada de celebración si lo has conseguido… pero si no… tendrás que presentarme a esa preciosidad de la que tanto hablas. ¿Hace?
- Por mis muertos que sí… ya puedes ir preparando la cartera que pienso dejarte en números rojos con esa cena, que no pienso escatimar en pedirme unos percebes espaciales en buena cantidad. Ya lo verás…
- Más bien vete preparándote tú para reconocer que no existe esa tal “Eva” de la que siempre hablas.
El hombre de los vaqueros y la camiseta se levanta enfadado, deja unos créditos encima de la mesa y sale del bar en dirección al hangar. Allí sube a una Anaconda y nada más cerrar la puerta le dice al aire:
- Preciosa, tenemos trabajo
- ¿Has conseguido algo? Que ya empezaba a estar cansada de estar aquí sin hacer nada, que desde que me has mejorado los motores de salto no hemos vuelto a salir — La voz surge de una imagen holográfica de cuerpo entero que sigue al hombre por los pasillos de la nave, la representación holográfica es la de una chica de portada, de esas con las que sueñan los hombres (sueños de los que suelen despertar cansados y sudorosos y con una sonrisa de oreja a oreja), una chica de cabello de fuego y ojos esmeralda, sonrisa pícara sobre labios carnosos y curvas generosamente distribuidas, una chica que estaría espectacular vistiendo lo más selecto del catálogo de lencería de “Verónica’s Secret”, pero que, por desgracia ahora mismo sólo vestía una bata de andar por casa amplia, los rizos recogidos en rulos y una especie de mascarilla negra por toda la cara, que le daban el mismo atractivo que un rinoceronte con chaqué.
- Digamos que me han picado… y yo he picado…
- Y ahí vamos otra vez… cuál ha sido el reto — dice ella mientras pone los ojos en blanco y eleva las holgráficas manos al cielo
- Tenemos que dar la vuelta a la galaxia en menos de año y medio…
- ¿Qué? ¿Pero estás loco? Haciendo cálculos simples, usando nuestra media actual de 2000 años luz diarios, y dependiendo de cual sea el punto de partida, podría hacerse… Puede que con una nave en condiciones y pasándose todas las horas del día sentado en el asiento se pudiese conseguir… pero con mi cuerpo actual — la chica cambia la apariencia por la representación de la anaconda en la que se encuentran — bueno… he hecho el cálculo y se podría hacer, dependiendo de donde saliéramos…
- Lo sé… ahora lo veo en frío… pero ya me conoces… en caliente digo demasiadas cosas, y luego me doy cuenta de que son estupideces… pero una vez dichas, tengo que cumplirlas.
- Oído jefe… ¿Cuándo partimos?
- Tenemos unos días para prepararnos, pero el plan es salir el 1 de Agosto para regresar antes del 31 de Diciembre del año que viene. Creo que lo mejor será que te encargues tú de la lista de la compra, mientras yo “limpio” la nave de peso absurdo.
- ¡¿Me estás llamando gorda?! — dice el holograma cambiando su vestimenta por otra más ajustada, de esas que dejan poco a la imaginación y desde luego a la chica se le podrían llamar muchas cosas, pero “gorda” no es precisamente una de ellas.
- … gorda se me pondrá como sigas presentándote en esos modelitos… anda, déjate de tonterías que tenemos trabajo que hacer, que además de aligerar la nave, tendré que preparar un plan de vuelo, que ya puestos a hacer esto, hay que hacerlo bien. Nada de andarse con medias tintas, si queremos hacer un vuelo de exploración que rodee la galaxia, no puede ser un "quiero y no puedo", primero tendremos que alejarnos de la burbuja hacia el exterior, llegar lo más lejos posible del centro galáctico, que bien podríamos poner como punto de partida el sistema DRYUAE AIHM XE-H D10-0 y después, a partir de ese punto inicial, dar la vuelta por todo el borde galáctico hasta regresar ahí. Y te aseguro que no va a ser fácil, pues en esa zona no es que haya mucha estrella útil para recargar combustible, así que creo que tocará perder más tiempo haciendo cálculos de ruta que saltando… en menudos líos me meto.
- Ese punto se encuentra a 36.000 años luz del centro galáctico… Si quieres datos exactos te los puedo dar, pero así, con redondeos simples y asumiendo que la galaxia es un círculo perfecto, eso nos da una distancia total de 225.000 años luz… tendríamos que hacer una media de 500 años luz diarios, lo cual es factible si se piensa en frío, pero hay que asumir que habrá muchos días en los que no saltemos (mantenimientos, descansos, exploraciones variadas, descensos planetarios, etc.), así como también que habrá situaciones de distancias negativas, pues si queremos ir por el borde de la galaxia, muchas veces tocará regresar a estrellas en las que repostar y rehacer rutas. Siendo generosa te puedo decir que si no somos capaces de lograr 3000 años luz de media diaria (para mantener un margen de error aceptable al hecho de que la galaxia no es un círculo perfecto, que habrá cúmulos vacíos, que las distancias entre estrellas nos impedirán saltar rápido y demás factores desconocidos que puedan ocurrir), no se conseguirá, y asumiendo el motor actual de salto que tenemos de 45 años luz (recién colocadito y sin estrenar... menudo gañán estás hecho) de tope, te diría que si no logras mejorarlo hasta un mínimo de 60 años luz(las estrellas tan lejanas suelen estar muy separadas entre sí), ni lo intentes… si lo logras, entonces ya te diré que yo misma me encargaré de superar todas tus expectativas. Además, piénsalo por el lado bueno… si lo logras, tendrás una hazaña épica de la que fardar… así ya no tendrás que mentir para poder ligar.
- Ja… que chiste más bueno… si mis aventuras épicas son mucho más espectaculares que esto… y vale que sean mentira… pero si ni así me como un rosco, por más que haya hecho algo de verdad, dudo mucho que las cosas vayan a cambiar…
- Bueno… tal vez si hicieras algo más de deporte y controlases la boca, consiguieses más éxitos…
- ¡Tú a callar! Ya me llega el verme al espejo todos los días para deprimirme como para que aún encima vengas tú a hundir el dedo en la llaga… venga, a trabajar. Prepara el manifiesto de carga, pide todo lo necesario para un viaje de esta envergadura que yo voy a pasar por el astillero a cambiar un poco lo que vamos a llevar, que para algo así nos va a hacer falta sistemas de reparación y eyectores de calor… que es demasiado tiempo en la nada como para no ir preparados.
- ¡Oído jefe!
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