Las mejoras de las CPUs con respecto a los primeros ix no han sido tan brutales, como lo eran en los antiguos tiempos, donde tener un 486 y un Pentium era un cambio brutal. Tengo todavía un i5 de 2° generación que funciona perfectamente (con Windows10) y tira juegos como el Roblox y el Minecraft con su ya muy escasa tarjeta gráfica de 512 MB de memoria VRAM.
Mayoritariamente, han mejorado ciertas arquitecturas (número de entradas, relacionadas con la velocidad del bus de la placa base), y el la sobrecarga de los procesadores (el "overclocking" autoinducido). Seguramente haya otras mejoras, pero para el uso diario, la verdad, no valen la pena. Profesionalmente es posible que tengas que estudiar más lo que ofrezcan, porque algunos sí que están pensados para realizar ciertos trabajos específicos mejor que otros, y un segundo menos en millones de operaciones son millones de segundos menos.
Lo cierto es que el mundo de los procesadores está casi agotado, porque se está muy cerca del límite de miniaturización del sílice, así que se optó por algo más barato: más procesadores y reparto de trabajos. Más barato no significa que sea fácil, de ahí que estén "mejorando" los procesadores constantemente, porque, como digo, si ahorras 1 milisegundos por operación (que es muchísimo en un mundo donde los nanosegundos son la norma), son, a la larga, sensiblemente más rápidos. A corto plazo, como es nuestro caso, no tiene sentido una mejora así. Ahora todo se basa en eso: mejores repartos de tareas y ver cuándo y cuánto tiempo poner la sobrecarga para aumentar los rendimientos.
Así puedes ver procesadores que son mucho más lentos que un antiguo Pentium pero que son más capaces porque pueden procesar bloques más grandes (de 32 bits a 64 bits), que tienen sub procesadores que además, les mascan la comida, para digerirlo mejor, aparte que van en pareja, para que todo vaya más fluido. Por si fuera poco, se pueden autoinducir un aumento de velocidad a costa de freírse para acabar antes con los trabajos.
Si te das cuenta, esto se ve mucho mejor en las GPUs, donde tienes antiguos monstruos carísimos en su momento que se ven superados por ovejitas algo más modernas y bastante más baratas, más lentas pero con mejores repartos de trabajos y entradas de datos.
De todas formas, si optas por ponerte otra CPU (que no lo te lo recomiendo para esto), mejor fíjate en tu placa base y si lo soportaría, a ver si te vas a poner un monstruo de CPU para que funcione como un león enjaulado. También tendrías que ver la velocidad de tu RAM, y en caso de tener que cambiarla, si sería soportada también por la placa base.
Las mejoras más plausibles en un ordenador son un aumento de memoria, ya sea RAM o permanente (discos duros), en algunos casos, una mejora de la tarjeta gráfica (vigilando que la placa base pueda soportarla). Cambiar una CPU es muy caro y, como digo, puede inducir a más cambios para poder sacarle rendimiento, que, quizás, no sea sensible al nivel no profesional. Ahora con los SDD se puede aumentar mucho los rendimientos de los ordenadores (te recomiendo que el sistema operativo esté instalado en el SDD para que veas en serio los cambios).